ARREPENTIDO Marta Becker
Te
confieso de corazón que estoy arrepentido de todo lo que te hice pasar. Se que
nuestra convivencia no fue buena, mi autoritarismo, mi carácter arrogante, mi
estúpido machismo, todo, todo, arruinó nuestra relación. También perjudicó
nuestra vida mis cambiantes estados de ánimo a los que te adaptaste no sé si
por sumisión o por conveniencia, pero supongo que no fue fácil. También te pido
perdón por mis infidelidades, ya se que no tienen justificación, pero formaron
parte de mi ser, de mi mundo perverso, de mis inseguridades que necesité
reforzar con las engañosas caricias ajenas. Por ese mismo motivo no me enojé
con vos cuando supe que también me eras infiel, touché, pensé, y no te lo reprocho.
Me disculpo además por los problemas económicos que sufrimos gracias a mis
caprichos, fantasías y malabares en los negocios, bien alejados de la realidad
y con catastróficos resultados, admito que nunca te quise escuchar por
menospreciar tus opiniones. Pero hoy cuando te veo impasible, observándome tan
serena, sin derramar una sola lágrima, casi diría aliviada, sin siquiera
intentar fingir tristeza para que los demás te digan “pobre viuda”, te confieso
que no me arrepiento de haber tomado la decisión que tomé, no me arrepiento
para nada.
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