viernes, 4 de octubre de 2013

Marta Becker


 Insomnio 



Hace más de dos horas que apagué la luz y aún no me duermo ¿por qué no me duermo? me pregunto una y otra vez y me muevo en la cama en busca de una posición relajante para volver a moverme sin encontrar la comodidad y pienso y pienso porque en este estado sólo puedo hacer eso pensar y decido usar mi técnica más común que es contar hasta cien o hasta mil 1- 2-3- 4- 20- 21… y llego hasta 1000 y nada sigo despierta y me veo chiquita llorando porque todos tienen juguetes en Navidad y yo no recibo nada y mi mamá me explica que nosotros no festejamos esa fiesta y a mi no me importa yo quiero un juguete como todos los chicos del barrio y lloro acurrucada en el rincón del patio y me limpio los mocos con la manga del saco y nadie me consuela y ahora estoy en una esquina esperando al muchacho de mis sueños que no viene y también lloro porque me dejó plantada que difícil es la adolescencia llena de romanticismo y sufrimientos que ahora me parecen ridículos y en ese momento eran todo mi mundo pero sin alguien que me abrace y me diga ya va a pasar y vuelvo a contar 1-2-3-4-30-31… otra vez hasta 1000 y nada y suena a lo lejos la sirena de una ambulancia y recuerdo a mi papá en la camilla y yo teniéndole la mano y diciendo no es nada viejo vas a estar bien y mi mamá que no registra lo que pasa y se queja cuánto trabajo dice no estoy preparada para esto como si alguien lo estuviera y yo tampoco estaba preparada para lo que me pasó no ahora no quiero recordar me niego porque si pienso no me voy a dormir más y estoy en una fiesta me como las uñas apartada del resto porque me veo fea que no es así me lo dice un chico al que no conozco pero agradezco y cómo hubiera necesitado palabras de consuelo en momentos de decisiones importantes cuando elegí lo más fácil por no tener en cuenta mis valores… 1-2-3-4-70-71… 1000 y sigo despierta mejor me bajo a comer algo o prendo la luz para leer pero no tengo fuerzas me quedo paralizada por pensamientos que me carcomen como la polilla a la madera lentamente pero en forma eficaz hasta no dejar nada sólo el polvillo de lo que era y me pregunto que queda hoy de lo que fui o que fui ayer para no llegar a ser hoy qué intríngulis a esta hora de la madrugada y pienso en mis elecciones y no se si llorar o reír total nadie me ve o me oye pero no me lo permito porque la costra que cubre mis sentimientos es muy gruesa… 1-2-3-4-82-83… 1000 qué será de mi cuando sumergida en el laberinto de los recuerdos pierda los sentidos y no pueda contar y no pueda dormir y no pueda pensar… y suena el despertador y yo sigo despierta…
 

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