NIÑO COSA
Ayer entrevistamos a los padres del niño
cosa. Les explicamos que la situación es insostenible, en los recreos se queda
durante diez minutos inmóvil, congelado, no contesta cuando le preguntamos qué
le pasa, sólo hace ruiditos, como madera crujiendo, dice que es un mueble y a
veces un árbol, llora y pide por favor que no le cortemos las ramas.
Por suerte
los padres se mostraron receptivos, equilibrados, dijeron que no sólo es así en
la escuela, en la casa es igual, lo ven muy mal, ya no saben que hacer con él.
A los dos se los veía sinceramente preocupados, me di cuenta porque durante la
conversación a ella se le secaron un montón de hojas y él abría y cerraba sus
cajoncitos todo el tiempo, mientras crujía muy inquieto.
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