Nunca lo había
planeado
Cora Stabile
Cuando
volvía del trabajo pasaba siempre por esa boutique, se detenía un rato ante la
vidriera y soñaba con ese top negro que lucia el estilizado maniquí.
No
se animaba a entrar, tal vez So que la inhibía era el lujo del lugar, sentía
que ella no pertenecía a ese mundo, pero, cada vez con mas frecuencia comenzó a
preguntarse... ¿Por qué no?.
Aquel
día gris, lluvioso, como a ella le gustaban, sin pensarlo mucho entro.
Fue
recibida por una madura y muy elegante mujer cuya aterciopelada voz la hizo
temblar un poco.
La
intensa mirada de esos grandes ojos verdes le producían una sensación hasta ahora
desconocida pero que le causaba gran placer.
A
la suave pregunta respondió cual era su deseo, la dama sonriendo se dirigió
hacia la vidriera y saco el top que era el único que le quedaba.
Discretamente
corrió la cortina y espero a que la joven dijera algo. Alicia no sabia bien que
sentía pero pidió ayuda alegando que no podía calzarse la prenda que, según
dijo, le ajustaba mucho.
La
experimentada mujer ingreso sonriendo y no se sorprendió al ver los desnudos
senos de la joven que parecían estar esperándola, se acercó y ayudo con
suavidad a colocar la prenda. Al hacerlo acariciaba con delicadeza la piel
virgen de la jovencita
Alicia
sintió que se le nublaba la vista, se le oscureció el mundo y rodeo con fuerza
el talle de la mujer.
El
desenfreno de ambas fue absoluto, se acariciaban ansiosamente, la ropa fue
cayendo de a poco y finalmente los dos cuerpos desnudos tendidos
desprolijamente en el piso se entregaron al placer.
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