sábado, 22 de diciembre de 2012

GRACIELA WENCELBLAT


POEMAS


LA LOCURA

Por una leve  herida
por un suspiro roto
por un cordón que no se pudo desanudar.
Rosa muerta es un ruido
cada vez más fuerte-la locura-
donde las sombras ni siquiera se rozan

ELLAS

Ellas llenan de voces la noche
perturban con caricias  
sus manos ataviadas de perlas
se reconocen y se abrazan
desdoblan sus bocas
para  enloquecer los instantes.
Llevan flores blancas en el pelo
bellísimas anudan en sus cinturas
ecos de ámbar y aguamarinas.
¿Cómo no darles nombres
guardarlas en las brisas del verano
en los ocres del otoño?
Que el invierno no las hiera
que vuelvan siempre
a mostrar sus rostros con
paisajes que insistan en no ser
condenadas.
Que las dejen volar.

HORADAR

Asomarse al rostro de la vida
arrancarle los velos
mirar hasta cansarse.
No importa que salgan
los corazones rajados
la cripta donde descansan
los sentimientos.
Llegar al hueso
horadarlo:

detrás todavía un latido
el rumor de la carne.

OFUSCADA

Lo que tuve y no
lo que tengo y no
desaparecen entre
hierbas de fino anclaje.
Desaparezco yo
la niña la mujer
en la noche abierta
 que me come.
Trago los sonidos
con una sonrisa
para disimular las deficiencias.
Los pies en la trampa
clavan pensamientos
y los deshacen.

INÉDITO

Si una invasión de nubes
esconde al sol para siempre
habremos de buscar caramelos
para endulzar.
acostumbrarnos a otra vida.
Tal vez reciclaremos despojos
interrogantes nuevos con cielo turbio.
Y los detalles serán pasos 
contraseñas de recuerdos y complicidades.
Los espejos nos mostrarán distintos
sé que me asombraré de mi cara.

No sé si de alegría o tristeza
mientras ebrios seguirán 
pasando los días.


CREPÚSCULO

El crepúsculo cautivo
el furor de las sombras
transformó la ciudad.

Las heridas en la lengua
de sus calles
provocaron un viento bastardo.

Escombros más escombros
en lo profundo de la noche
un gallo pide  auxilio
                   pone huevos
desconcertando   -aún más-
a este loco loco mundo.

No hay comentarios: