POEMAS Griselda García
No
entiendo pero igual me subo
transpiro
mucho pero cuando empieza a moverse
el
viento me refresca lo mojado
incluso
el espacio entre las tetas.
El
celso ayala convierte un gol de mediocampo
mientras
se precipita el orgasmar.
Temo
por mi corazón
ahora
que estoy rebotando tanto
nunca
dejaré de hacerle caso a mi padre
ahora
que está muerto.
Asisto
al tornarse resbaladizo de los cuerpos,
tus
humores condimentando mis pasteles.
No
importa si no respiramos por un rato
así
tal vez recobremos
la
antigua levedad que nos caracterizaba.
Somos
serios gusanos ciegos retozando en la brea
Polinízame
susurrante ave de la noche
somos
hijos de largos viajes
por
océanos con peces de diamante.
Duerme,
duerme desnudo en hotel de pasajeros
con
botellas rotas en los pasillos
y
besos en el cuello de comadronas contentas.
Bebemos
vino de amapolas
el
polen riega miradas de sonrisas sangrantes.
Debo
cerrar los ojos.
La
euforia inicial ha dado paso
a
esta suave dispersión de la memoria
a
este mar de calma superficie
y
animales peligrosos debajo.
Sello
los huecos de mi bote con cera tibia
arañamos
la fruta pero nunca la mordemos.
Un
movimiento en falso
te
hace retroceder terreno enseguida
y
avanzo sin dudarlo.
Cuando
volvemos a movernos
los
aparatos de medir están rotos.
La
intuición guiará almas en vastas extensiones de agua salada.
de
Alucinaciones en la Alfalfa (2000)
.
. . . .
Hay
en estas hondonadas de Eurasia
una
nube de insectos que dicen ser mis amigos
los
últimos rayos inundan los ojos
y
el placer hace arquear la espalda
las
larvas me nombran su esclava
y
un pequeñísimo ángel exterminador
se
sienta a mi lado
con
alambres de púas en lugar de ojos
y
certeras formas de causar dolor.
.
. . . .
La
tarde cae sobre los restos del té
los
chinos de las tazas
se
escaparon
dejándonos
a nosotras
las
mujeres
sus
pequeñas moradas blancas
para
lavar.
de
El Arte de Caer (Alicia Gallegos Editora,2001)
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