Mata-amor Lili
Muñoz
Su
cita de amor fue siempre detrás de una mata, en la meseta. Cuando llegó el
momento de zarpar nuevamente, él deslizó la promesa de volver. Cuentan que al
partir el marinero de Magallanes, los ojos de la muchacha tehuelche quedaron
prendidos a la planta, calafates de iris, iris@dos.
Nunca
más desde el mar el marinero, dicen, pareció recordar
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