HACIA LO CONOCIDO
Tuvo un día espeluznante, terrible… Esa noche Juan prácticamente no durmió, ya que se acostaba y sus ojos no lograban cerrarse.
Se levantaba e iba caminando hacia la cocina para buscarse un rico té de jazmín o una leche con miel.
Rememoraba lo que su jefe solía decirle expresiones como: "me tenés cansado"… "SOS más de lo mismo"…. "No lograrás entender nada"…. En ese momento Juan se ponía rojo de bronca pensando ¿Quién era él, su jefe para faltarle el respeto de esa manera? ¿Quién le había otorgado autoridad para hablarle de esa forma? También pensaba que a esa edad por mas que le hablara sería imposible de que pueda entender que estaba errado en su actitud.
Luego prendía la T.V. para mirar solo unos segundos un noticiero o una película, o una propaganda. Volvía a la cama, para descansar un poco, ya que había tomado la decisión de enfrentarlo y decirle todo lo que pensaba.
No lograba relajarse, iba al baño, luego caminaba hasta la cocina, y se preparaba otro té, está vez de cola de caballo, ya que no andaba muy bien de los riñones.
Se sentaba en el mullido sillón, pensando que iba a quedarse dormido pero volvían las imágenes de ese jefe injusto, mal humorado, insoportable, pero la decisión estaba tomada, habla que ponerle los puntos, había que ponerle algún límite.
Así ocurrió la hora llegó las seis de la mañana, había que entrar al baño para afeitarse, bañarse, peinarse, lavar los dientes. Juan lo hizo en una forma más rápida que de costumbre, eligió su mejor traje y así partió hacia lo conocido, hacia esa decisión tomada que cambiaría su destino… Su vida.
Se levantaba e iba caminando hacia la cocina para buscarse un rico té de jazmín o una leche con miel.
Rememoraba lo que su jefe solía decirle expresiones como: "me tenés cansado"… "SOS más de lo mismo"…. "No lograrás entender nada"…. En ese momento Juan se ponía rojo de bronca pensando ¿Quién era él, su jefe para faltarle el respeto de esa manera? ¿Quién le había otorgado autoridad para hablarle de esa forma? También pensaba que a esa edad por mas que le hablara sería imposible de que pueda entender que estaba errado en su actitud.
Luego prendía la T.V. para mirar solo unos segundos un noticiero o una película, o una propaganda. Volvía a la cama, para descansar un poco, ya que había tomado la decisión de enfrentarlo y decirle todo lo que pensaba.
No lograba relajarse, iba al baño, luego caminaba hasta la cocina, y se preparaba otro té, está vez de cola de caballo, ya que no andaba muy bien de los riñones.
Se sentaba en el mullido sillón, pensando que iba a quedarse dormido pero volvían las imágenes de ese jefe injusto, mal humorado, insoportable, pero la decisión estaba tomada, habla que ponerle los puntos, había que ponerle algún límite.
Así ocurrió la hora llegó las seis de la mañana, había que entrar al baño para afeitarse, bañarse, peinarse, lavar los dientes. Juan lo hizo en una forma más rápida que de costumbre, eligió su mejor traje y así partió hacia lo conocido, hacia esa decisión tomada que cambiaría su destino… Su vida.
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