miércoles, 3 de agosto de 2011

SANDRA GUTIERREZ


CHARLANDO CON ÉL

Una tarde de domingo a pleno sol, caminaba por una de las calles de la Ciudad de Buenos Aires. De pronto, me detuve en la puerta de una casona. A través de las rejas miré hacia el interior de la casa y se dejaba ver un hermoso parque y muchas personas de la tercera edad: algunas, sentadas y otras caminando. 
Mi vista se detuvo en un señor, sentado solo en una reposera; parecía que estaba tomando sol.
Al ver la situación de estas personas tomé conciencia que la bella casona era un geriátrico.
Me dispuse a entrar al lugar para intentar conversar con ese señor solitario. Le dije: "Sabés que vos hace unos años trabajabas mucho, ibas a la casa de tu hija a tomar mate y contarle los distintos proyectos de trabajo que pensabas realizar en el futuro. Tenés tres hijos que te quieren mucho y cinco hermosos nietos que te aman y te extrañan…"
Ese señor, sólo podía mirarme, no podía pronunciar ni una palabra, pero sus ojos decían todo lo que no podía expresar en palabras…. Sus ojos llenos de lágrimas me transmitían más que todo lo que hubiera podido decir…
Lo abrace y le dije: "Hola papá…"
Nos fundimos en un solo cuerpo y pensé que mierda que es el mal de Alzheimer…

No hay comentarios: