PEDRO, PEDRITO
Cuando tenía 7 u 8 años, vivía en Carlos Spegazzini, en una casa muy grande donde lo que sobraban eran plantas y árboles frutales.
En esa época mis padres tenían un almacén de ramos generales, esos negocios de pueblo donde se conseguía desde un pañuelo Dorya para regalar, hasta 1 kg. de carbón.
Cierta vez, se acercó al negocio un paraguayo que vendía animales exóticos, le ofreció a mi mamá, un loro.
Dijo el señor, que era tipo papagayo, que su plumaje sería multicolor y muy vistoso, que era un ave muy inteligente, que serviría de alegre compañía.
Mi madre no tardó en convencerse, y sin demasiadas consultas, lo compró.
Mis hermanas y yo estábamos fascinadas con él, rápidamente lo bautizamos "Pedro".
Pasaron los días y Pedro comenzó a hablar, tan pícaro era el animal, que hasta imitaba el llanto de mi hermanita…
Más de una vez, mi madre salió corriendo del almacén, para atender a la pequeña que lloraba desesperadamente y se encontró con el bicho, que emitiendo un ja ja ja parecía disfrutar de la burla…
En esa época mis padres tenían un almacén de ramos generales, esos negocios de pueblo donde se conseguía desde un pañuelo Dorya para regalar, hasta 1 kg. de carbón.
Cierta vez, se acercó al negocio un paraguayo que vendía animales exóticos, le ofreció a mi mamá, un loro.
Dijo el señor, que era tipo papagayo, que su plumaje sería multicolor y muy vistoso, que era un ave muy inteligente, que serviría de alegre compañía.
Mi madre no tardó en convencerse, y sin demasiadas consultas, lo compró.
Mis hermanas y yo estábamos fascinadas con él, rápidamente lo bautizamos "Pedro".
Pasaron los días y Pedro comenzó a hablar, tan pícaro era el animal, que hasta imitaba el llanto de mi hermanita…
Más de una vez, mi madre salió corriendo del almacén, para atender a la pequeña que lloraba desesperadamente y se encontró con el bicho, que emitiendo un ja ja ja parecía disfrutar de la burla…
No hay comentarios:
Publicar un comentario