¿LOLITA, DONDE ESTÁ?
Las miradas húmedas y tristes se perdían en
el atardecer, el sol se desvanecía entre
la vegetación de la llanura inmensa, solo algunas espigas de trigo simulando
manos en oración congelaban la imagen, paso y más pasos en la larga caminata,
todos en silencio hombres, niños
mujeres, sin mirar atrás... se marcharon... Se cerro la puerta de hierro, y era
todo gris y negro, lapidas, retratos con gestos de dolor y alguna que otra sonrisa, flores, flores
marchitas que el sol fue consumiendo y allí se quedó la muchacha, el
traje había quedado guardado en la caja lustrosa, de manijas doradas, cubierto
por la tierra y las lagrimas.
¡Lo que
importa es la cerveza! gritaban
eufóricos los amigos de Lolita, impregnados de colores, de los sentimientos y
de los olores normales de los jóvenes de éstos tiempos... Al destapar una lata de cerveza de derrama la
espuma que consume el asfalto caliente,
alegría, alegría y gritos hasta llegar a una esquina donde los detuvo un cordón
de seguridad. Lolita clavo sus ojos celestes en un bulto cubierto con un nylon
negro, allí le pareció ver la espuma que se había derramado en el asfalto, miro
a sus amigos, vio la lata aplastada sin
nada, nuevamente clavo sus ojos en la imagen perdida en el asfalto y le pareció
ver como se evaporaba la espuma.
Cubrió su
rostro con sus manos, y espiando lo que allí ocurría, se marcho junto a sus
amigos, quienes no prestaron demasiada atención lo que allí estaba pasando.
Lolita,
estaba triste y... Aquella noche en su cuarto invento un arco iris de varios
colores para poder borrar aquella imagen. No fue tan fácil... sonidos extraños
impactaban en sus oídos, rock, sirenas, frenadas, gritos, llantos, miedo fue
todo lo que acompaño a Lolita en esta horrible noche, Al llegar la mañana
despertó con el llamado de su madre, una
caricia, un beso, algunas palabras, la joven trató de sonreír, simular estar
bien, pero el espejo de su alma mentía, en su interior el horror persistía.
Apenas
habrían pasado una horas, de ese
magnifico día que pretendía el sol y los pájaros... pero la tormenta hizo
temblar nuevamente el interior de
Lolita, llegó la noticia que Pietro, uno de los chicos del grupo que había
elegido como estilo de vida caminar en el abismo blanco, había encontrado psicológicamente un precipicio por el cual se deslizó
eternamente. Mucha angustia, muchas tristeza, mucho dolor en aquello muchachos
y muchachas que lo frecuentaban... pero ya pasó. Lolita recordó aquel
tarro aplastado en la calle, recordó
aquel bulto negro y también la espuma derramada de la cerveza. Pietro se había liberado de la cárcel blanca,
Pietro estaba cubierto de lágrimas y el amor de su madre, de su padre, de sus
afectos, pero solo había cumplido una misión, perfeccionar parte su alma.
Y Pietro que
ya había caminando bastante, su recuerdo era ya
una bendición, y dejaba el espacio para que otras almas puedan cumplir
con su evolución. Como una película en blanco
y negro
y
sentimientos desencontrados productos del afectos profundo y el circunstancial,
marcharon bajo la atmósfera de la bronca y de la angustia, del egoísmo de
quienes rechazaban la partida y un
témpano liberador de la situación para otros y allí lo depositaron entre
claveles y helechos
Dulce
noticias se entremezclan en el llanto y el miedo, también pasando por el canal
oscuro encuentra la luz una nueva esperanza, una nueva alma que viene a cumplir
parte de su evolución, le llamaron " Milagros " y aparece la euforia y el deseo de todos de que sean bien
inscripta en el libro de la vida, en esta misión que debe de cumplir que no se
sabe cual es, ahora busca su protección, su amor, su apego, su alimentos, ante
la entrega mutua de quienes con alegría lo esperaban. Lolita impregnada de
emoción recordaba aquella lata de cerveza
aplastada y destruida, la espuma que se derramaba, pero ahora cerraba
los ojos y veía esa espuma blanca que emergía
entre sus manos mientras
acariciaba a la nueva presencia en el mundo.
Como todas
las mañanas Lolita, abrió la ventana de su cuarto, allí se deslizó el sol en su
tobogán mágico, ella aliso las sábanas de muchos colores, tomo en su manos la
espuma de aquella lata simulada, dejo el
envase para que advirtieran que alguien estuvo allí... y se fue caminando por
un rayo de luz, esta vez les había dejado un mensaje que la condición de la
humanidad era transformar el mundo donde la presencia de Dios pueda estar
revelada y que la esencia de Dios se revela en la tierra y por eso ella había
elegido marcharse como lo hace toda la humanidad por que ya había perfeccionado parte de su
alma y debía dar la posibilidad de que todos completen la evolución.
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