Presagio Alicia Chilifoni
Miedos
volvedores. Cicatrices sin olvido que acaricio, sonámbula, y el susto se
despierta para nublar mi día. Día quietito como antes de que la tierra tiemble
y se abra. Mañana con trinos que no tapan el olor de la tormenta, con este sol
impostor queriendo hipnotizarme, enceguecerme. Pero es inútil, la cicatriz
reabierta se impone con el sello indeleble de los gases y las explosiones en la
memoria de los que sobrevivimos. Buscamos aturdirnos en laberintos de abrazos,
brindis y versos… hasta que el sacabocados deja un vacío redondo, oscuro.
Porque el miedo está por encima, no hay encrucijada que lo pierda. Se lanza en
picada y nos acierta.
¿Dónde está mi amigo? Quiero su voz, necesito
su libertad tan sin barreras como este perfume de glicinas, como este presagio
de tormenta…
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