domingo, 5 de junio de 2011
ALBERTO NOGUEROL
UN DUENDE
Un Duende
ronda que te ronda
los espacios
cargado de enigmas
y misterios,
lleva la fatiga
interminable de lo eterno
y el vértigo existente
de lo efímero,
un espíritu rebelde
una esencia sin estancia
arrasador absoluto de todo
lo que encuentra a su paso,
se intersecciona en el vacío.
Su llegada es una huída
a la ansiosa búsqueda
de una maternal galaxia.
El tiempo es una incógnita
un interrogante sin respuesta
un Dios sin templo
ni milagros,
un Rey sin corona
ni palacio,
un duende
orondo y elegante
que ronda los espacios.
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