POEMAS
Antón Santamaría Delgado
CAMPESINO ABORIGEN...
a
quien el alambre y la tranquera dejó en la vía
no
más te queda el recurso del conchabo
lazo
firme para vos, para tu gente,
atados
a la noria de la estancia
que
heredó de las armas el hacendado.
Sólo
el sol es ficticia imagen de libertades
allá...
en lo alto,
y
camina por senderos sin acceso:
pero
existe una ciudad en la que nunca es noche
ceñidita
a la orilla del Río de la Plata
subrayada
por el ensueño de la esperanza,
intuida
en el tumulto de una doma,
de
una yerra,
tras
el horizonte que el ocaso enrojece
y
vos la buscás en toda alborada de color naranja
en
tanto tus labios rodean la bombilla
para
el sorbo placentero de un amargo
que
colma tu boca enmudecida en el cansancio
de
veinticuatro horas uncido cada día
bajo
el sol que incendia el ala de tu sombrero...
la
lluvia que no alcanza a eludir el poncho...
el
colchón que ansían tus párpados cerrados...
pero
existe una ciudad en la que nunca es noche,
ceñidita
a la orilla del Río de la Plata
y
hacia ella vas en tu disconforme ensueño
sin
pensar si allá campean otras estructuras
en
las que podés no encajar
aunque
tu empeño en ello empeñes...
y
ya en el reducido espacio de un parque,
de
una placita,
artificiales
con
veinte árboles plantados a porfía
y
siete bancos para apoyar tu aburrimiento
brotará
de nuevo la pregunta incontestada
que
tantísimas veces te habrías hecho
ahora
entre añoranzas del canto del zorzal,
del
vuelo entrecruzado del tero y la cigüeña,
la
ráfaga de la vizcacha astuta,
y
el trote torpe del peludo,
asustados
de tu estrepitosa carcajada,
mientras
incólume provoca a la intemperie
el
nido que el hornero izó en la punta ’el poste
donde
el cablerío toma el camino selectivo
al
tambo, a la chacra o a la estancia
haciendo
refilón a tu mísero rancho
como
un insulto injusto del progreso
a
quienes como vos suplican con las uñas
el
abundoso fruto que Tatitadiós
esparce
por doquiera
en
tanto vos pensás, sin llegar a comprenderlo,
recordando
todo aquello que tan atrás dejaste:
¿pa’
qué querrá tanta pampa y hasienda el amo,
si
yo... con un puchito tendría sufisiente?
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