CORTITOS
La
vejez
Con la vejez
te habías convertido en un hombre dócil, ya no discutías con nadie, no peleabas
con las personas, no sos violento como antes.
Abriste la
puerta al sentir que golpeaban, era un individuo corpulento, el tipo amagó con
darte un puñetazo, de pronto supe que era un agresor que quería entrar a robar,
te empujó, lo dejaste entrar, te apuntó con un arma y resignaste a que hiciera
lo que él quería. Se llevó todo. Traté de imaginar cual hubiera sido tu actitud
en tu juventud.
Quien
me mató
No logro
concentrarme, me siento, escribo algo sobre un crimen perpretado y no puedo seguir, no se me ocurre como seguirlo.
Lo guardo en documentos.
En la
computadora alguien escribe: “por favor sigue no sé que me pasó sólo sé que
estoy muerto y sin saber quien me mató”.
Tres días
después sigo la narración, pero mi mente vuela por mi propio problema, escribo
algunos párrafos y dejo, vuelvo a guardar.
Socorro,
quiero saber porqué todos me abandonan, ninguno está presente, sólo sé que
alguien investiga quien fue.
A la semana
me acuerdo del cuento, me siento ante el teclado y nada, no logro darle fin.
No puedo más
aquí abandonado en un documento de la computadora, es que ¿no entiendes que
necesito saber como termina esto? Es mi vida y mi muerte me tienes que decir
quien me asesinó.
Alguien
entra y me mata. Nunca podré terminar el texto de mi novela.
Por favor
escribe, que ocurrió conmigo, nadie más me lo dijo, estoy aquí encerrado de por
siempre.
Marihuana
En la
localidad de Venado Tuerto, un viejito de ochenta años pasaba todos los días
por un campo sembrado de plantas, pasaba por ahí para cortar camino a su
casita, donde vivía solo. Comenzó a arrancar ramitas de esta planta rara para
él y hacerse tesitos con este vegetal y
notó que sus dolores reumáticos mejoraban, por lo que siguió haciéndose
tisanas. Con el tiempo vio que tenía cierta euforia, como que estaba más
vigoroso, se sentía con mucho más ánimo.
Los vecinos notaron cada día con
más animación y cierta placidez, era
raro. Le recomendaron ir a ver al médico, quien le indicó análisis de orina y
sangre, porque se dieron cuenta de
cierta exaltación. Los resultados dieron
que el buen señor se estaba drogando con marihuana, el pobre terminó siendo
indagado por la policía, el asustado viejo negaba, le preguntaron si tomaba
algo distinto en sus medicamentos y dijo que lo único nuevo era un tesito cada
mañana con una planta de un campo por el que pasaba cada día.
La policía
fue a investigar y se encontraron con un gran
sembradío de marihuana escondido entre varias hectáreas, sembradas con
trigales.
Así fue que
el Sr. Baldomero Gutiérrez se hizo famoso en el lugar recibiendo el
agradecimiento de la policía local.
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