POEMAS
JUANA ROSA SCHUSTER
NIEBLA DE AMOR
Raudos
jirones malvas por el cielo.
Grisáceo
brillo del ocaso esquivo.
Helada
soledad siempre a mi vera.
Pura
hojarasca yerma por el suelo.
Niebla
esponjosa del otoño vivo
Ceguera
en el alma. Noche. Llueve fuera.
Y
me transformo en cadenciosas olas.
Que
llegan, cercenadas por la espuma,
A
acariciar tu litoral desnudo.
Como
el mar, inundando caracolas,
Vengo
envuelta y oculta por la bruma,
Y
a tu llamada, pleamar, acudo.
TORMENTO
Tengo
moretones en mi alma
sumergidos
al fondo de mi abismo
aprendí a resistir.
Fui
como una nave en su bautismo
dispuesta
a enfrentar los vendavale
Más
no pude ensamblar las piezas
de
mi presente que ya es perturbador.
No
te hablo desde la cicatriz
sino
desde la herida sangrante.
Y
ahora te enfrento, sí, te enfrento.
Jamás
llegarás a saber qué esconden
mis
ojos perdidos
por
tu desamor y tu soberbia
No
que hoy lloran y secan fronteras.
INVIERNO
Cuajado
está de nieve mi tejado
y el pájaro anida en mi ventana.
El
frío viento azota, esta mañana,
mi
fachada, esquivo y despiadado.
Sólo
estoy a la lumbre acurrucado
escuchando
el grito de la campana
que
con su doble anuncia, ya cercana,
que
otro moral el mundo ha abandonado.
Sentado
estoy, cubierto hasta los ojos,
observando
las ascuas de la lumbre,
mientras
a mis espaldas, destemplado,
el
aire mueve puertas y cerrojos.
Sólo
estoy ya, aunque no me acostumbre:
sólo
sin ti… y mi corazón helado.
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