Me preguntás
Juana Rosa Schuster
Y me preguntás porqué lloro.
Lloro ante tu presencia
vestida de ausencia.
Y me preguntás porqué no te
olvidé.
No te olvidé porque mi mente
guardó fragmentos tuyos.
Y me preguntás porqué te
extraño.
Nunca mis vertientes
buscaron otro camino fuera de tu cauce.
Y me preguntás porqué te
imploro con la mirada, los ojos turbios te miran y te ven desde un espejo roto.
Te fuiste por escarpados
desfiladeros, montes gibosos y universos despiadados.
Y me preguntás porqué te
busqué entre la gente.
Ni siquiera te acordás que
crecía en mis entrañas una nueva vida.
Y otra vez, me preguntás
porqué este llanto.
Estas lágrimas dejan detrás
de ellas un tornado de nubes negras.
Y no te contesto, no te
cuento, no te lo digo.
Te veo sosegado, apacible,
imperturbable.
Estoy persuadida, otros
brazos ocuparon mi lugar.
Entonces, ¿Para qué? Entro
en mi caparazón y ya no te escucho.
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