Los monstruos Joan Mateu
Surgen de lo más profundo del armario. Son unos gritos
guturales, horripilantes y continuados que a veces se trasladan debajo de la
cama.
Incomprensiblemente se detienen cuando entran mis padres o
cuando se enciende la luz.
Tengo mucho miedo. Cada noche retraso todo lo que puedo la
hora de ir a la cama, pero mis padres son inflexibles y cuando se acercan las
diez ya empiezo a temblar. Tampoco me dejan tener la puerta abierta ni la luz
encendida porque dicen que un niño de siete años ya es demasiado mayor para
creer en fantasmas, monstruos y estas cosas.
Lo peor de todo es que mi miedo va creciendo y,
aterrorizado, me hago pis en la cama. Ayer volvió a ocurrir y mis padres
entraron en la habitación muy enfadados. Mi madre me arrancó las sábanas
mientras gritaba que un niño no debe inventarse cosas y mi padre me metió en la
ducha con agua fría, amenazándome con que si eso se volvía a repetir me
encerraría en el armario una semana.
Ahora estoy en la cama mucho más tranquilo. Ya no me hago
pis y no es que no tenga miedo a los sonidos y gritos del armario, es que tengo
mucho más miedo a los gritos y amenazas de mis padres. Ellos están contentos
porque dicen haber conseguido curar mi "cuentitis".
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