domingo, 22 de enero de 2017

Juana Rosa Schuster


POEMAS 
Juana Rosa Schuster

MAÑANA 
Despiértame mañana, cuando el hombre deje de ser el lobo del hombre.
Despiértame mañana, cuando la jauría humana, comprenda el
significado del vocablo ”misericordia”.
Despiértame mañana, cuando la palabra “guerra” sea borrada de la boca de todos los seres humanos.
Despiértame mañana, enciende candelas para una plegaria, el viento arrastra negras predicciones.
Despiértame mañana, quiero que las luces de la paz encandilen
los ojos de todos nosotros.
Despiértame mañana, cuando las personas no vivan felices con su culpa.
Despiértame mañana, quiero que tus caricias calmen los
moretones del alma.
Despiértame mañana  y dime que no existieron ni el  Apartheid
ni el Holocausto.
Despiértame mañana, cuando gaviotas azules, traigan en sus picos el canto de la esperanza.
Despiértame mañana y dime que la placidez del agua que en mi piel
revolotea, cubre las almas del mundo, porque ya reina la paz.
Y, si no es así, no me despiertes, prefiero morir durante el sueño…
para no sentirme defraudado.
(Este poema contiene una cita de Hobbes)

SED DE PAZ 
Aquel soldado que llora en la trinchera,
aquel muchacho agonizante que me muestra la foto de los padres,
aquel viejecito que lleva grabado un número en su brazo,
no entienden.
No comprenden por qué.
No interpretan la sordera de los hombres,
la necedad, el egoísmo, la maldad.
Si hasta en el cerro más solitario y escarpado,
resplandece  la obra de la creación.
Si la paz forma parte de lo que nuestro Señor desea.
Si los inmigrantes que huyen, son nuestros hermanos.
A veces, yo tampoco entiendo.
¿Será que no conocen el equilibrio maravilloso de la naturaleza?
Desaparece una crisálida y surge una mariposa.
Silba el viento en callejones de montaña,
y ellos manejan las ametralladoras.
 Pobres seres que no valoran la paz.
En tentáculos mortales,
transformaron sus dedos.
Tienen ese murmullo
Que jamás se cansa:
la monotonía


del odio incesante.

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