sábado, 16 de mayo de 2015

Rodolfo Livingston



POEMAS Rodolfo Livingston

L A N   vuelo  901        
Por allí abajo, América se dilata
lenta y enorme.
a mil kilómetros por hora
las ganas de verte
tu tristeza y la mía,
las formas chiquitas
en que imagino nuestro encuentro.
Contra el motor las mismas estrellas.
Todo es seguro con el pasaje,
la corbata, y el whisky.
Y en el diario está la foto
de Ernesto Guevara con una bala en el corazón. 
Me crece en el alma
el tamaño de un hombre
te quiero Cecilia
y sin embargo
siento vergüenza aquí y ahora
de estar viviendo.
 YO   C O R R O
Cuando la ciudad amanece
y crece la luz sobre las copas
de los árboles,
o llueve sobre las baldosas grises,
yo corro.
Cuando estoy triste  y el espacio
es nada y el tiempo es
NADA y estoy desesperado,
yo corro.
corro por la ciudad
vacía de Mónica
corro desesperado
envejecido
vencido, vacío;
pero yo corro.
corro llorando
corro porque sí,
corro por lo que queda de mí.
                      
G R A C I A S

Suena la música inmensa del Brasil
bailo solo
mirando las nubes, en mi terraza.
Me río y lloro, poderoso de mí,
pobre de mí
que estoy tan triste y tan raro.
Mi corazón me dice sin embargo
que estoy terriblemente vivo
porque puedo amar
porque puedo llorar
y porque puedo bailar sobre mis lágrimas.
Gracias Gina,
Gracias María Luisa,
Gracias Juanito,
Gracias Laura, Orlando, Tato y todos mis amigos.
Gracias por ayudarme a vivir
por enseñarme a querer y
gracias a Dios por estar vivo.
                    

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