NOS VEMOS Cora
Stábile
Era
un día espléndido: cielo limpio, aire tibio, brisa cálida... perfume suavecito
de flores que llegaba desde algún jardín cercano.
Fernando
caminaba despacio disfrutando de todo lo que lo rodeaba, ya casi completaba la
tercera cuadra cuando se encontró con su amigo Carlos al que hacía mucho tiempo
que no veía.
Luego
de saludarse efusivamente después de haberse detenido de golpe, casi rozándose
pues la vista de este último estaba cada vez peor y no veía "tres en un
burro", se quedaron un rato charlando-
-¿Qué
estamos haciendo aquí parados? Vamos te invito a almorzar.
El
pobre Carlos trató de negarse tímidamente diciendo con suavidad que su madre lo
esperaba a comer, mas ante la insistencia de su impetuoso amigo accedió, pero
con la condición de llamar primero por teléfono.
Reiniciaron
la marcha juntos, al llegar a la primera esquina doblaron y de pronto Carlos se
detuvo contento::
-Mirá
que suerte, aquí hay un teléfono, voy a llamar a mi vieja.
Fernando
no lo podía creer, el "teléfono" no era tal, era una tapa de medidor
de una vieja caja de luz.
Miró
con estupor cómo su amigo manoteaba esperando encontrar el tubo, sintió como si
una mano atenazara su cuello ahogándolo, lo tomó del brazo y le dijo:
-Vamos
viejo que este no funciona... y además me acabo de acordar que tengo un compromiso,
así que mejor andá a comer con tu madre y nos vemos otro día.
-Chau
-Chau
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