FELICES SUEÑOS, SEÑORA
Felices sueños, Señora.
Al cerrar sus ojos en busca de reposo, espero que Morfeo la reciba y le brinde la calma reparadora. Usted y yo sabemos que tiene bien ganado este descanso. El día, cada día, estos últimos días especialmente, han sido agobiantes por demás. La fatiga física lógica ha sido acompañada por una sensación de pesadez anímica, de malestar opresor, de fastidio y, por qué no decirlo, de una pena que pocas veces la había golpeado tan fuerte.
Duerma tranquila. Usted me confesó que su alma está en paz y eso ayudará a que concilie el sueño rápidamente. La vigilia que yo debo soportar la ocuparé rogando que mañana sea un hermoso día donde pueda disfrutar las cosas buenas y sobrellevar, con mínimo dolor, las malas.
Deseo que la duermevela, que antecede al sueño, le traiga imágenes de los mejores momentos vividos, aunque ellos sean de algún tiempo atrás. Que pueda recrear rostros, gestos, caricias y besos recibidos de quienes han sido felices a su lado y que supieron responder con amor. De esa manera ingresará suavemente a la oscuridad luminosa del descanso, dando lugar a los sueños que, aunque no los recuerde por la mañana, serán quienes le brinden los cimientos para un despertar pleno.
Que sueñe con los angelitos!! En realidad, sus sueños estarán guiados por sus sentimientos y vivencias, por lo que resulta aventurado predecir qué cosa se instalará en su cabeza y acompañará sus horas de descanso. Sea lo que sea, que le brinden placer y generen ese ritmo suave y acompasado del sueño profundo y relajado.
Es posible que un duende se instale en las sábanas y le provoque algún sobresalto. Es imaginario, no puede hacerle mal. Permita que "el querer" se anteponga al "deber" y que el dolor busque paliativos hasta desaparecer. Yo conozco ese duende y por ello sé que comenzará haciéndole cosquillas en los pies para iniciar el ascenso por todo su cuerpo. Recorrerá sus piernas, eligiendo los lugares más sensibles y cálidos. Le costará salir de allí para continuar camino. El vientre lo recibirá con un ritmo un poco más acelerado y le dejará oír el tambor de sus latidos. Acariciará su pecho con dulzura infinita y trepará a su cuello para rodearlo, sin ahogarlo. Atrapará su rostro y depositará besos en sus labios, sus ojos, su nariz y su frente. Terminará rozando sus cabellos y se alejará con ganas de repetir la incursión.
No puedo seguir imaginando temas que Usted pueda soñar. Deseo que todos sean claros, diáfanos y llenos de amor para despertar renovada y dispuesta, como siempre, pero mejor que siempre.
Dulces sueños Mi Señora. Dios la bendiga dándole la posibilidad de encontrar, por la mañana, el gran amor de su vida. Ese que sea capaz de otorgarle todo lo que no le fue dado, reparar todo lo que fue dañado y mostrarle infinitos que Usted nunca imaginó que existieran. Usted generó ese regalo para mí. Dios me lo concedió. No tengo palabras para agradecérselo una y mil veces.
Ahora, a dormir…
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