MI MEJOR AMIGO
Compañero
fiel en mis días,
celoso
cancerbero de las
puertas
de mi hogar.
La
vejez imperdonable te alcanzó,
desde
tu ceguera me supiste reconocer.
Tu
débil ladrido igual escucho.
Esos
ojitos de cervatillo perdieron
su
luz de luciérnaga.
No
hay postigos que cierren por dentro
tu
imagen de fiel guardián.
Duele
el llanto que provoca.
esa
ausencia inexplicable.
Los
faroles apagados de
aquellas
pupilas borraron
a
tu feroz enemigo,
el
gato vecino.
Te
has vuelto transparente.
Fuimos
tu lazarillo
en
tus perennes noches negras.
Te
sepultamos en el jardín
y
mañana serás esas rosas
blancas
que el pálido
viento
deshojará.
Al
enterrarte, se hundió
en
el pozo media alma mía.
VENGANZA
Dime
que no te asusta
el
que haya vuelto.
Dime
que no es cierto
lo
que comentan.
Juraste
ser sólo mía
en
el maizal.
Mis
manos te rodeaban
cuando
me besabas.
La luna menguante
aprobó
sonriente que te entregaras.
Dime
que me esperaste
con
ilusión.
Dime
que es para mí
tu
carita de camafeo.
En
la taberna dicen
que
te has marchado.
Dicen
que no ibas sola
en
aquel carruaje.
Sabes
que puedo ser malo
cuando
yo quiero.
También
sabes que puedo hallarte
donde
te encuentres.
Y
la daga se clava,
y
la sangre mana,
como
de una górgola
de
la catedral.
DESAMOR
Que
me vaya.
Que
junte las cosas.
Armo
la maleta y acomodo el desamor bajo la ropa.
El
señorito se ha cansado de mí.
Dos
copas vacías descansan sobre el mantel.
Vacías,
las copas, entablan un diálogo.
Las
caricias partidas caen y se pulverizan.
Polvo
agonizante nacido en las voces de aquellos suspiros.
El
sol de Granada ha perdido su brillo.
Moneda
gastada, hace reproches.
Temores
viscerales que no me dejan partir.
Abandonar
la casa que huele a blanca leche tibia.
Tal
vez, cuando no esté, me arme en la mente.
Dicen
en los cortijos que todo lo que se va, permanece.
Que
saque las fotos.
Que
deje el canario.
Que
cierre la puerta.
Que
no diga nada…
Que
me lleve al niño.
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