sábado, 24 de diciembre de 2016

Rubén Amato


                             Imágenes  Rubén Amato

Son fugaces. Son de otros tiempos. Te sorprenden en cualquier rincón de la casa, en algún recoveco de la ciudad y da la sensación de que se pueden tocar. Son esas imágenes de la felicidad. Es la confirmación de que podemos ser felices. Eso. Medio complejo de describir con palabras. Pero es que no se parecen a nada en concreto. Y al mismo tiempo nadie puede negar que las ha sentido con las famosas "mariposas en el estomago". Se podría decir que se ven? No de una manera palpable y sin embargo sería, de los sentidos, el que más se acerca (como para que tengan una idea ). Hasta a veces el sentido del oído es el que más se acerca. Eso. El oído participa bastante del armado. Como cuando escuchas una canción y le pones encima escenas. Muy propias. Muy de vos. Muy de "tu propia película”. Pero diferente. Porque sabes que?. Estas imágenes traen un soplo de esperanza. Ganas de silbar. Melodías para seguir.  Están como contándote que el futuro es posible por más que el presente no sea muy prometedor y el pasado -como siempre- te tire a un costado. Eso. Y te cuento ¿donde las encontrás?...
Están en el viento. En las hojas de un cuaderno de la infancia. En la ventanilla del tren. En una tibia siesta de verano. En la gente del barrio que te saluda y sonríe bien cuando te encuentra. En un cortado en vaso. En el juego de los niños ( en sus abrazos ). Como explicarte... se van armando como un rompecabezas. Las ves con el corazón. Las escuchas con los recuerdos sanos. Y las palpas con el olfato. No trates de atraparlas porque se asustan y "plop" se desvanecen en tu alma hasta que sientan que vos le permitís manifestarse. No las tenes que memorizar. Sólo hay que disfrutarlas abrazándolas con un sólo y verdadero parpadeo de placer... Eso. Ahí se te quedan como impregnadas por toda la piel. Es como que te suavizan las neuronas y te sentís pleno y sano.
Quédate un rato en silencio...


¿Después  me contas...?

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