JUANA
Mi nombre se escapa. No deja que lo
atrapen. Cruza la bahía. Mariposa de cinco alas mi nombre. Lo grito y me llamo
al mismo tiempo. Se enrosca en los arabescos del puente.
Temo que caiga. No quiere regresar. ¿Qué
pájaros furtivos lo despojaron de este ser?
Puede verse en el agua. Las pequeñas olas
lo cubren por momentos. La no existencia que albergo, viene a dar testimonio.
Los gestos de mi rostro, cambian en consonancia con lo que él hace. No viene. A
veces se incorporan a otra persona. Parece que ahora sí, se acerca, mira hacia
arriba. No me reconoce. En un arrebato, pido ayuda. Nadie comprende la
situación. Desconozco quién soy ahora. Si ven una mujer desaliñada, perdida,
errática, vagabunda, llámenla… aunque no tenga nombre.
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