lunes, 26 de noviembre de 2012

JUANA ROSA SCHUSTER



JUANA

Mi nombre se escapa. No deja que lo atrapen. Cruza la bahía. Mariposa de cinco alas mi nombre. Lo grito y me llamo al mismo tiempo. Se enrosca en los arabescos del puente.
Temo que caiga. No quiere regresar. ¿Qué pájaros furtivos lo despojaron de este ser?
Puede verse en el agua. Las pequeñas olas lo cubren por momentos. La no existencia que albergo, viene a dar testimonio. Los gestos de mi rostro, cambian en consonancia con lo que él hace. No viene. A veces se incorporan a otra persona. Parece que ahora sí, se acerca, mira hacia arriba. No me reconoce. En un arrebato, pido ayuda. Nadie comprende la situación. Desconozco quién soy ahora. Si ven una mujer desaliñada, perdida, errática, vagabunda, llámenla… aunque no tenga nombre.

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