miércoles, 21 de noviembre de 2012

JOSÉ V. MARTÍNEZ GIL - MÉXICO



CUENTOS CORTOS
Publicado por la revista virtual “Con voz propia”, dirigida por Ana lía Pescaner

Afiladurías I

Aquella mañana el afilador salió antes que el sol, dispuesto a desafiarlo: Fue el creador de la primera chispa de luz del día.

Afiladurías II

El gorrión estaba harto, no aguantaba más. El gato no lo dejaba silbar tranquilo en el tejado amenazándolo desde lejos con sus zarpas.
Hasta ese día en que otro silbido le dio la solución. Oyó al afilador, se acercó, y éste le afiló sus diminutas garras, que quedaron listas para su próximo paseo por el tejado.

Afiladurías III

El Flautista de Hamelin emprendió una demanda contra el afilador por posible competencia desleal.

Alas marinas

El pequeño le dijo a su madre:
-¡Mira, mamá, la tortuga está volando!
-Sí, hijo -fue la respuesta.
El pequeño le volvió a decir.
-¡Mira, mamá, el caballo también está volando!
Y desde el fondo del agua la madre le respondió a su caballito de mar:
-Sí, hijo, como algún día tu volarás.

Amar

El niño no estaba dispuesto a que aquella lágrima de su madre fuera inútil. Por eso se lanzó a nadar en la gota para mostrarle que su lágrima podía ser el más hermoso mar.

Pertenencia

Al mar no le importaba tener en sus ojos un poco de arena.

Amor tormentoso

Cuando aquellas nubes apenas se rozaron hubo truenos y relámpagos.

La solidez de lo invisible

La piedra está a punto de estrellarse contra el grueso cristal de la ventana. No sabe la piedra que estallará en mil pedazos contra algo que no se ve.

Descuido

Se besaron con más pasión que nunca. Murieron asfixiados.

Melodía de amor

Cuando comenzó a silbar, todo el mundo se abrazó.

Primer beso

Entre los labios pasó un huracán.

Gato negro

Para ella, no importaba que fuera de noche. Lo veía más hermoso que nunca.

Alegría

El terror cruzó la puerta de cristal azul.

Relatividad

En la sombra de aquel hueco, la hoja fue tallada. Fugaz.

Apetito

Tenía tanta hambre que, cuando se dio cuenta, ya masticaba el último de sus propios huesos.

Ataque aéreo

La paloma merodeaba amenazadora alrededor del gusano de seda. Nadie supo qué pasó. Tiempo después, del capullo salió la primera mariposa con plumas blancas

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