Frágil consuelo de mi alma. Desprotección que enternece. Respiro tu música de ritmo sinuoso y me acaricia.
Cuidadas eternos de afecto incondicional. Miradas claras de ternura infinita, contradicciones y dudas…y ese amor del porque sí que te hace mío por un rato, mìo y de la mano hasta que la vida nos empuje a dar un nuevo paso. Hasta que decidas que el vuelo es posible.
Te esperé un día como quien mira al cielo buscando aquel milagro que consuma, afianza, repara… y comprendí en tan solo un instante que puedo descubrir la paz en tu cálida presencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario