miércoles, 2 de noviembre de 2011

ALEJANDRA LISANTI

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...........ÁNGELA Y EL BARRILETE (la nieta de Ángela)

Sábado por la tarde, olor a masa y levadura. Mamá nos llevo a todos un ratito al parque Caballito. Yo lleve mi soga de saltar, mi hermano su kartíng, mis primos una pelota de trapo. Aunque jugamos un rato todos juntos, me escapo como siempre a la hamaca, cuando llega mi turno comienzo el vaivén mágico, quizá era lo único que me hacia permanecer un largo rato en el mismo lugar.
Levanto mis ojos y veo en el cielo celeste como nunca, una figura suspendida en el aire. La suave brisa con olor a eucaliptos abre mis sentidos y puedo ver algunas personas señalándolo.
La curiosidad me hizo mirar a una familia que jugaba con ese objeto, pero aunque tenía algo en la mano yo no comprendía como hacían para que eso vuele no sé si flotaba cerca o lejos, pero allí había una rara conexión. Volvemos a casa y en mi rincón preferido de la cocina rojo tomate, le cuento la historia a mi abuela y me fui a jugar con los muñecos que estaban esperando junto al jueguito de té de porcelana aun chiquitito para mis muñecos...
Pasaron siete días y sobre la mesa grande, mi abuela y mi mama nos esperaban con un montón de cosas.
-¿A que están jugando?, les dije. -Sentáte y mira, dijo mi mama.
No era la primera vez que armábamos algo. En otras ocasiones confeccionábamos ositos o "Peponas", esta vez había otras cosas, y recuerdo la conversación como si fuera hoy, para esto cierro los ojos y hago un viaje mágico al pasado.
Tengo largas trencitas y soy tan alta como la silla, veía a mamá midiendo unos papeles de colores, mas finitos que las hojas de mi cuaderno de la escuela, luego cortaba con un serruchito unas varillas, mi abuela preparaba un pegote con harina, agua y no se que otra cosa que tenia olor parecido a la plasticola, yo ayude a recortar flecos de papel crepé, y papá nos regalo un carretel de hilo sin color.
-Este hilo se llama tanza, el mismo que usamos para armar las cañas e ir a pescar los octubres a la Bahía de Samborombón, me dijo.
¿Porque hacemos esto? Le pregunté a mi abuela y con su dulzura de siempre, me contesto.
-Vamos a armar un barrilete. Un barrilete es algo muy importante en la vida de las personas-, mientras me miraba con sus ojos grises y profundos como el océano. Mamá tomaba mate y participaba con enorme amor desde el silencio y la contemplación de sus amores.
-Hacer un barrilete, con una nena como vos, es enseñar a que sepas escuchar y mirar bien cuando te explican algo. Para que seas paciente al aprender, aprender a usarlo, para que tengas en cuenta el sol, los vientos, para que lo remontes si se cae, lo sepas ir levantando de a poco y con paciencia.

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