LA PARED
El sueño era recurrente. Se despertaba sobresaltada cada noche ante la imposibilidad de traspasar aquella pared que se interponía. Era curioso que los detalles de la que ella llamaba "la puesta en escena" fueran exactamente los mismos, y sin embargo sus intentos de atravesar esa altísima pared de piedra fueran siempre distintos, cada vez más osados. Tal vez lo más curioso aún, era que podía recordarlo todo.
La primera vez que ese sueño sobrevino, asoció la pared con la muerte, pero espantó rápidamente ese pensamiento negativo. Sí, es cierto: la pared era enorme, impresionante. Una pared construida a semejanza de las antiguas murallas que se levantaban para defender una ciudad. Pero ¿para qué necesitaba ella esa pared en su vida, en sus sueños? No necesitaba ninguna pared, no tenía que defenderse de nada.
Recién el segundo día descubrió el ancho camino de hormigas que iban y venían con su carga de un lado a otro de la pared. Observó las aristas de las piedras donde crecían algunas flores silvestres y las ramas de la hiedra que cubrían la pared, tan gruesas y firmes. Intentó entonces trepar para borrar los límites pero resbaló y cayó una y otra vez.
Noche a noche, se acostaba sabiendo que lo volvería a intentar, que llegaría el momento de vencer a la poderosa pared. Crecía el misterio por saber qué secreto se escondía del otro lado de su sueño marcado por esa pared y latiendo entre las hormigas que no dejaban de marchar -incansables- acrecentando su curiosidad.
Lo probó todo: trató de cavar un túnel para pasar por debajo de la pared. Intentó derribarla. Caminó kilómetros tanteando piedra a piedra para encontrar algún resquicio por donde pasar al otro lado. Quiso volar, rezó, lloró, maldijo una y otra vez a la todopoderosa pared.Una mañana apareció muerta en su cama. Tenía luz, una expresión de paz en el rostro. Su madre y su hermana lloraban con desconsuelo. No se percataron del grueso camino de hormigas que salía por la ventana.
El sueño era recurrente. Se despertaba sobresaltada cada noche ante la imposibilidad de traspasar aquella pared que se interponía. Era curioso que los detalles de la que ella llamaba "la puesta en escena" fueran exactamente los mismos, y sin embargo sus intentos de atravesar esa altísima pared de piedra fueran siempre distintos, cada vez más osados. Tal vez lo más curioso aún, era que podía recordarlo todo.
La primera vez que ese sueño sobrevino, asoció la pared con la muerte, pero espantó rápidamente ese pensamiento negativo. Sí, es cierto: la pared era enorme, impresionante. Una pared construida a semejanza de las antiguas murallas que se levantaban para defender una ciudad. Pero ¿para qué necesitaba ella esa pared en su vida, en sus sueños? No necesitaba ninguna pared, no tenía que defenderse de nada.
Recién el segundo día descubrió el ancho camino de hormigas que iban y venían con su carga de un lado a otro de la pared. Observó las aristas de las piedras donde crecían algunas flores silvestres y las ramas de la hiedra que cubrían la pared, tan gruesas y firmes. Intentó entonces trepar para borrar los límites pero resbaló y cayó una y otra vez.
Noche a noche, se acostaba sabiendo que lo volvería a intentar, que llegaría el momento de vencer a la poderosa pared. Crecía el misterio por saber qué secreto se escondía del otro lado de su sueño marcado por esa pared y latiendo entre las hormigas que no dejaban de marchar -incansables- acrecentando su curiosidad.
Lo probó todo: trató de cavar un túnel para pasar por debajo de la pared. Intentó derribarla. Caminó kilómetros tanteando piedra a piedra para encontrar algún resquicio por donde pasar al otro lado. Quiso volar, rezó, lloró, maldijo una y otra vez a la todopoderosa pared.Una mañana apareció muerta en su cama. Tenía luz, una expresión de paz en el rostro. Su madre y su hermana lloraban con desconsuelo. No se percataron del grueso camino de hormigas que salía por la ventana.
1 comentario:
PATRICIA: MUY INTERESANTE LA TRAMA DE ESTE RELATO, CON FINAL INESPERADO!!!
ME GUSTÓ.
NORMY P.
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