viernes, 3 de octubre de 2014

Walter Rago



                           Duda tardía  Walter Rago
 
Paseaba con sus nietos por el Mercado de Pulgas, mirando entre distraído y aburrido, artesanías y artefactos olvidados. De pronto, al llegar a la mesa de los viejos teléfonos, se detuvo frente al más antiguo, observó cada cable, cada pieza y al entender su funcionamiento, sintió un frío que lo atravesaba.
Comprendió, recién entonces, que aquel teléfono del hotel, en 1935, en realidad no había estado conectado.
¿Y si ella hubiera llamado…? Entonces… ¿podría haber sido feliz…?

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