lunes, 6 de septiembre de 2010

BETO CASQUERO


COMUCYBERNICACIÓN

Y no sé. Te habré dejado sin palabras porque "hablamos" con los dedos, meta tecla y pantalla. Diálogos que no logran transmitir la emoción de un encuentro, la belleza de una nube, la dulzura de una sonrisa o las ganas de gritar ¡Amor! o ¡Tengo miedo!
"¿En que consiste la belleza de las palabras? Las palabras, como las personas suelen tener belleza física y emocional". La física depende de su resonancia melódica y la emocional (detesto la palabra espiritual), de su capacidad de sugestión.
Por ejemplo para un tipo enamorado no hay palabra más dulce (reitero que detesto la palabra espiritual) que el nombre de su amada, aunque ésta se llame Enriqueta Eulogia.
Indudablemente algunas palabras suenan mejor que otras, tienen melodía.
Paloma mejor que madrastra; arroyo mejor que cloaca, libertad mejor que picana, Ana mejor que Internet.
El bodrio de hoy es que podemos "hablar" con todo el mundo diciendo nada y escuchando menos. Faltan los gestos, las sonrisas, los tonos de voz, los sonrojos, las posturas. Una máquina jamás logrará tal magia.
Las palabras nos hacen únicos en este estúpido globito que habitamos.
Entonces pues, hablemos a toda garganta y oigámonos a todo oído.
De otro modo sigamos transformando en ceros y unos las soledades y las esperanzas.
Tecleando hasta quedarnos sin palabras, para luego encontrarles todo lo que logran transmitir y toda su belleza física y espiritual (ahora que detesto la palabra emocional).Toda esta lata es para escribir a dos dedos, frente a una pantalla: Enriqueta Filomena ¡Te amo! Pero te soy infiel con la Eulogia. Sabé disculparme.

No hay comentarios: