lunes, 1 de septiembre de 2014

Celia Elena Martínez



                     Las amigas  Celia Elena Martínez

Estela, casada hace veinte años con un reconocido médico parecía feliz, pero a veces se planteaba a sí misma si eso era felicidad. Gustavo, su marido viajaba martes y viernes a atender su consultorio de Buenos Aires, ellos con sus tres hijos vivían en Luján.
Estela era psicóloga y trabajaba todo el día, de lunes a viernes por la mañana, en el hospital y por la tarde en su consulta .Conocía los secretos de todo el pueblo y se sorprendía de la cantidad de matrimonios que se mantenían a pesar de las infidelidades de todos. Ella en cambio no podía quejarse, su esposo era fiel.
Laura vivía en Buenos Aires en un coqueto departamento que también usaba para su trabajo de psicóloga. Habían sido compañeras en la facultad con Estela y con Marisa. Laura tenía una pareja que la visitaba cuando ambos podían. Él era Gerardo y tenían un hijo de su larga relación de 10 años. También le comentaba a Estela de la cantidad de infieles que había tanto de hombres como en mujeres con los casados, concubinos o novios. Todo por supuesto sin romper el secreto profesional.
Marisa también atendía pacientes y tenía un novio desde hacía 7 años. Ellos se encontraban en un hotel los días viernes porque ella tenía dos hijos de un matrimonio anterior. Iban al  albergue y comían juntos en un restauran de la zona.
Damián la dejaba en su casa y volvía a la suya.
Las tres eran amigas y se reunían una vez cada quince días a almorzar y contarse sus vidas. También hablaban de sus amores, de los problemas que tenían con ellos. Las tres coincidían en el desgaste por la falta de  presencia de ellos, que tenían que arreglárselas solas, con los hijos, trabajos y dificultades que se presentaban a diario en un hogar. Por todo esto mantenían agrias discusiones con sus parejas.
Un mediodía decidieron tomar el café en otro lugar, La confitería París de Recoleta. De pronto Estela vio entrar a Gustavo muy meloso con una señorita que resultó ser su asistente. Le comentó a sus amigas que estaba su marido con su ayudante, las dos miraron a la vez y reconocieron que habían entrado los tres: Gustavo, Gerardo y Damián que en realidad era el mismo.
Laura enfurecida quiso pararse e increparlo, pero Estela le dijo que no, que lo mejor era irse y regañarle cada una por su cuenta. Se fueron al departamento de Laura que era el más cercano y allí lo decidieron.
Era noche de viernes y se encontraría con ella .Lo llamó a su celular y le dijo que fuera a su casa dado que los niños esa noche irían con su padre.
Lo esperaban las tres. Cuando entró se sorprendió. Estela le pegó un tiro al corazón, fue certero. Después mientras caía Laura apuntó a la cabeza, cuando terminó de caer Marisa le dio el tiro de gracia en el suelo.
Limpiaron todo, se deshicieron del cuerpo. Las tres denunciaron su desaparición  todo hizo pensar que había sido un asalto.
Las amigas siguieron reuniéndose cada quince días.

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