sábado, 4 de abril de 2009

ANTONIO CRUZ


SALA DE EMERGENCIAS

La mujer camina presurosa y desencajada. Busca con ansiedad hasta que lee: "SALA DE EMERGENCIAS". Entra sin dudar. Nadie la detiene. Todos están ocupados. Observa con atención al individuo de verde y a la mujer de blanco que trabajan con ímpetu frenético. Fija su mirada en el rostro del hombre que yace sobre la camilla. A pesar de la máscara de oxígeno y del tinte violáceo lo reconoce. Es él. ¡No estaba equivocada! Intenta avanzar hacia el enfermo pero duda. La desconciertan los ruidos de los aparatos. Se sacude la incertidumbre y avanza. Se acerca con extraña sutileza. Desplaza al médico y a la enfermera. Pone su mano en el pecho del enfermo; éste lanza un agónico gemido y expira. El médico cierra los ojos contrariado y la enfermera se queda tiesa. Decepcionados abandonan la lucha. La dama del traje oscuro se aleja satisfecha.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Antonio: un cuento breve bien planteado, con un final excelente. Un abrazo, Laura Beatriz Chiesa.