miércoles, 6 de julio de 2011

ALICIA PARACAMPO

 HOY ES EL DÍA

Apagó el despertador y se incorporó en la cama. Encendió la televisión, como todas las mañanas, para ver la temperatura y decidir cómo vestirse, aunque, después, durante el día, maldije al periodista que había dado el pronóstico, porque, como siempre, no había acertado.
Fue al baño, se miró en el espejo y apenas se reconoció en ese rostro serio y preocupado que se reflejaba en él. Se duchó sin siquiera escuchar los pedidos de su familia de que se apurara, de que era tarde.
Se dirigió al dormitorio, abrió el placard y se quedó un rato observando, sin decidir qué ponerse. La voz de su mujer lo devolvió a la realidad: - Juan, tenés el desayuno servido, se enfría!
Sin contestar, se vistió rápidamente y fue al comedor diario. A pesar de su apariencia los ner-vios lo consumían y se repetía constantemente "Hoy es el día".
-Papá, ¿qué te pasa hoy? ¿Te sentís mal?
-Juan, el chico te está hablando.
-¡Qué!? Ah, no, nada. Problemas en el trabajo.
-Pero pá, todavía no fuiste y ya te estás preocupando...
Mordisqueó una tostada con manteca y dulce que le había preparado su mujer y bebió unos sorbos de café con leche.
Miró el reloj y dijo: Ya es hora. Vamos.

No hay comentarios: