miércoles, 6 de abril de 2011

ALBERTO NOGUEROL




TRAS SU MANTO DE NEBLINA

Tristán de borde a borde
recorría la sala del consultorio.
a paso redoblado,
taco, punta y taco,
con andar gallardo y sobrio.
En los rincones
juntando los dos talones,
giraba sobre sus pasos.
Volvían  a sus retinas 
estaqueadas en el horizonte,
aquellas islas heladas,
tras su manto de neblina.

No hay comentarios: