viernes, 25 de octubre de 2013

Susana del Negro



  Recompensa pública  Susana del Negro

¡Hay mi Maxi! Cuándo te recuerdo palpitando entre mis brazos la primera vez que la enfermera te puso en mi pecho! Qué susto tenía! No sabia que hacer con vos, tan chiquito, tan débil…Así que enseguida la miré a la abuela y sin palabras pasaste a ser su responsabilidad! Otro hijo más para criar!, todavía me estaba criando a mi con 16 y el sueño que me recibiera para conseguir un buen laburito, algo que le permitiera a ella poder descansar un poco.
¡Hay mi Maxi!  $50 y unas facturas para el mate me pidió la comadre del barrio para el aborto, cuando tú papá me llevó porque no quería saber nada. Como no los llegué a juntar le di para adelante. Dios proveerá decía la abuela.
¡Pobre mi Maximiliano! Mucho nombre y poca comida, mucho nombre y poca escuela, mucho nombre y poco amor. Criándose solito, a los ponchazos, guachito.
Sin papá, porque desde el día de la comadrona, se borró. Y con una abuela-mamá, envejecida antes de tiempo.
Y yo probando suerte en la Capi, con trabajitos de limpieza, cuando el cuerpo ya no me dió para bailar en los boliches, ni atender clientes y entre el chupi y el paco quedé perdida.
Después que murió tú abuela no tuve más noticias tuyas, porque yo siempre preguntaba por vos y cuando podía te pasaba unos pesitos, como para ir tirando. Ella me mandaba alguna foto para que viera como estabas creciendo, creo que esta es de cuando te ficharon la primera vez y le pidió al cana que le hiciera una copia para mandármela.
¡Hay mi Maxi! Hoy después de tanto tiempo te re- encuentro en este afiche que dice que estás muerto y por información por los responsables de tu homicidio ofrecen $200.000! ¡Cuánta plata!

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