domingo, 25 de marzo de 2018

Rubén Amato



                                   Manolarga  
Rubén Amato

En mi familia todos eran un poco manolarga. El sopapo venía de cualquier lado, en el momento menos pensado. En casa eran casi todos una especie de golpeadores seriales donde "la palabra" aparecía  sólo para decir "no me dejaste alternativa". Y... si... nos fajaron de lo lindo. Pero sabes que?... lo hicieron por nuestro bien.
Y tan mal no salimos che!...
Bueno... no nos engañemos, este país  se hizo a los golpes. A los reveses que salen desde "arriba" o desde "abajo"... pero desde los sectores de la política que ya no sabe de que ideología disfrazarse para seguir robando... ves?...
0tra vez los manolarga. Pero ahora para quedarse con el trabajo de todos... Bah... con el poco empleo que nos dejaron.
Yo no se... que es lo que buscan... que no queden más obreros, ni empleados, ni mozos, ni señoras de la limpieza. Los manolarga no van a querer ir a trabajar... ni borrachos pueden alucinar trabajar. Por eso es que cada vez están perfeccionando la robótica. Para que las tareas las hagan los robots
Que sólo necesitan ser recargados.
Hacen todo sin chistar, llevan cargan, hablan lo necesario, no se cansan. No necesitan de dinero. En fin. Y pensar que antes los humildes hicimos de robots varios siglos. Pero ya está bien... no voy a convertirme en un manolarga dándote un sopapo para que te quedes y aceptase estas ideas. Así que hasta luego.
Sólo te digo que la realidad ya es una manolarga  que atrebata sueños y deseos puros de solidaridad.
Eso. No se lo permitamos...
Al menos... no todos los días.

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