INMORTALIDAD
Esta noche
los perros están furiosos. En el aire fresco de marzo, las fauces hambrientas,
cansadas de callar entre las sombras, aúllan sinfonías jamás pensadas en esta
tierra.
Los perros
de las calles, de los caminos milenarios, se encuentran cara a cara con los
demonios que beben la sangre de los mortales que rondan las calles dormidas
desafiando a la Suerte. Sus dientes brillan, su olfato percibe el aroma de la
muerte, sus ojos reflejan las sonrisas pérfidas…
Se
preparan para el ataque.
La esquina
está oscura. La arena quema a pesar del frío. La lucha es inminente y desde
lejos llegan aullidos (coros de rituales desde otros mundos).
Un demonio
da el primer golpe, la batalla comienza y se convierte en una cruzada
sangrienta. Sólo un bando saldrá vencedor y se coronará inmortal.
Los
ladridos, los llantos, las quejas se oyen en todo el Universo.
Las parcas
forman un círculo alrededor del campo de batalla (una esquina cualquiera de una
ciudad dormida cualquiera) y se regodean en el olor a sangre y derrota…
Odio ser
sólo un espectador a salvo detrás de una ventana -cerrada-, pero cada noche,
cuando la Luna está en lo alto, no puedo evitar ser testigo de esta lucha que
los perros callejeros siempre ganan… ahuyentando a los demonios y a las parcas
para continuar siendo inmortales.
1 comentario:
Muchas Gracias!
Stella Maris Migliorino
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