miércoles, 3 de agosto de 2011

KARINA SANTOS


AMA DE LLAVES
 
Era una joven ama de llaves. Estaba en la habitación del Sr. de la casa (como así lo llamaba ella) guardando la ropa que acababa de planchar. De repente, su rostro asombrado expresaba el desconcierto, sumado a tres palabras: "No puede ser".
Se escuchó un ruido de llaves, la puerta de entrada que se abría y las voces de la señora y su marido que regresaban a su hogar luego de un agitado día de trabajo.
Enseguida, la joven cerró el armario dejando todo como estaba. Pero comenzó a sudar de los nervios y rápidamente se dirigió hacia su habitación para llorar desconsoladamente sin que nadie la viese, mientras se preguntaba por qué se lo habían ocultado durante tanto tiempo. Es que ella en realidad no era una joven ama de llaves… sino la hija biológica del matrimonio dueño de casa, quienes de la noche a la mañana quedaron despojados de los servicios de la joven mujer. Pero a su hija no la perdieron… ya que nunca la habían tenido…

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