sábado, 7 de noviembre de 2009

RICARDO ALLIEVI


CONFIRMACIÓN DE VUELO

Se preguntó para qué estaba allí si en su casa tenía teléfono y podía hablar largo y tendido; pero, en realidad ya estaba a miles de kilómetros con ella, en el lugar seguro donde siempre quiso estar, desde que la había conocido.
Al salir de la aerolínea, buscó desesperado un locutorio y se metió en él aunque había muchas personas. Le dieron un número y le dijeron que lo llamarían por él sin necesidad de esperar adentro. Salió a la calle, encendió ansioso el último cigarrillo que se consumía en pitadas largas y profundas como él, esperando esa comunicación de larga distancia. Pasaron minutos estirados que le parecían horas. Cuando le tocó, se abalanzó sobre la cabina dejando la puerta abierta.
Digitó apurado todos los números con los prefijos y códigos de acceso a las localidades porque ya los sabía de memoria de tanto llamarla.A tercer ring escuchó su ¡Pronto!, le volvió el alma al cuerpo y gritó loco de alegría: “Tengo el pasaje en la mano. Acabo de salir de la aerolínea. Estoy allí, el sábado a las trece, hora de Italia. Nos encontramos en el aeropuerto de Fiumicino " Un altra volta insieme. Questa volta per sempre ". Largó el tubo que quedó colgando y bailando loco de alegría como ellos.

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