miércoles, 4 de marzo de 2009

PABLO FERNÁNDEZ


AGOTADO

Las diez de la mañana,
se me meten en el cuerpo,
las cuento,
son diez,
cada una un ruido amplificado,
como dentro de una caja.

Ya no se si son horas,
Maniquíes o pedradas,
O notas en un piano,
O turnos en un telo,
Y taxis distintos a distintas casas.

Se que son diez,
Me lo confirman desde afuera,
El mundo me grita,
Aúlla,
Se queja,
Lo estoy matando con cada palabra.

Era distinto a las tres,
Conmigo yo mismo,
La nocturna lucha cotidiana,
Si tirar paredes con las manos,
Si hacer con la cuchara ventanas.

Puedo seguir así hasta las cuatro,
Pero son las diez de la mañana,
Las cuento,
Maniquíes y pedradas,
También notas en un piano,
También noche que se apaga.
A esta hora quisiera ser tango,
Por estos días,
Te juro Polaco,
Y dormir en tu garganta.

No hay comentarios: