domingo, 20 de septiembre de 2009

NORMA PADRA


LOS PECES

En la casa de mis abuelos, había una pecera muy grande, con peces de colores.
Eran muy llamativos y mi abuelo los cuidaba mucho; del calor, del frío de las enfermedades.
Los peces a través del tiempo lo reconocían en las horas exactas de poner su comida.
Mi abuelo y los peces formaban una familia muy particular.
Sólo los separaban las paredes de vidrio.
Los años fueron pasando, los peces, creciendo, mi abuelo, envejeciendo.
Un día me llevaron a verlo, estaba en una cama con tubos de oxigeno.
La pared interna del corazón de mi abuelo era frágil. En esa época no existían estudios especializados para detectar los problemas cardiacos.
Al día siguiente, toda la casa se vistió de gris, tristeza, lágrimas.
La caja de vidrio continuó con sus coloridos peces, que no repararon el cambio. Allí, a través de la pared de vidrio, todo era vida, color y alegría.

1 comentario:

Anónimo dijo...

quiero decirte:
Norma, que leí un cuento breve en REDES DE PAPEL, escrito por vos, que me gustó por su originalidad pero,
Un fuerte beso de Laura.