martes, 15 de julio de 2008

CARLOS MARGIOTTA


MI PADRE HA MUERTO

Hoy es el día más triste de mi vida.
Mi padre ha muerto.
Tendido en la cama parece dormido,
mi mano se posa en su frente con miedo
esta tibia todavía, agónica.
Demasiado tarde, pienso,
demasiado tarde.
La cruz cuelga de la cadenita de oro
atravesando su nuez prominente
como una mentira.
Su boca, en una mueca,
exhala el humo de un cigarrillo
dibujando secretos en el aire.
Esos que atados en el paquete
descansan sobre la mesita de luz
entre la boquilla negra y el cenicero
entre la vergüenza y el remordimiento.
Tengo ganas de fumarme uno
y me contengo.
Tengo ganas de gritar
y no lo hago.
Tengo ganas de llorar
y lloro para adentro.
Cada gota de mis lágrimas
caen perforándome el corazón
y me lastiman,
y me sangran,
y me tiemblan
y me dejan desamparado.
Hoy es el día más triste de mi vida
mi padre ha muerto,
y todos los padres
y con él una parte mía
para siempre.

1 comentario:

Susana Quiroga dijo...

"...lloro para adentro..."

Porque en las entrañas yace el dolor, ese, latente que parece que se va, ese que se ovilla en el recuerdo y... nos sostiene