viernes, 7 de marzo de 2008

JUANA SCHUSTER


PAISAJE

Velado por las gasas de nubes purpurinas,
a ocaso se encamina, agonizante el sol.
Se escucha, allá a lo lejos, la voz de una campana.
Avanza la mula vieja hacia el abrevadero.
Las perlas de sus trinos, el ruiseñor desgrana.
Un águila se eterniza desde la cumbre.
Una muchacha morena junta hierbas para el amor.
El viento arroja una bufanda de lana.
Las palmeras parecen sujetar el cielo.
Un perro ladra, un niño llama.
El eco me hace sentir menos solo...
Y sube de las almas al cielo la oración.

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