lunes, 20 de agosto de 2018

Teresa Godoy



                     Operación sin luz  
Teresa Godoy

Caía la tarde. Sólo se podía vislumbrar el reflejo de la puesta del sol en el horizonte. Una delicada luna quería asomarse a través de los estratos que recubrían el cielo con una neblina grisácea.
- Ya me subí al techo, viejo, pero sos vos el que sabés de cablerío, de conexiones y de estas herramientas.
- Bueno Juancito, ya te expliqué mil veces, qué cables tenés que unir para que vuelva la luz.
- No se ve muy bien papá, prefiero observar el atardecer.
Después de una hora, la luna se tornó más grande y su color era tan nítido como deslumbrante por el reflejo del sol.
-¡Mirá qué hermosa luna naranja, pa!
-Juancito, naranja es el cable que tenés que unir con el verde.
-Pero lo único que veo verde son los árboles de los vecinos, allá un ficus enorme, en la otra cuadra un pino espectacular y al lado el árbol de papaya.
-Sí hijo, me vas a poner nervioso, porque me pierdo el partido y no me hables de las papayas, que, con esas hojas tan grandes cuando se secan, vienen a parar a nuestro patio y tu madre protesta cada vez que tiene que barrerlas.
La noche avanza, la luna ya es blanca pero casi sin brillo, no colabora con la situación.
-Entonces, que esperás que haga, dice Juancito, si ya aquí no se ve nada.
-Haber, dice el padre, dejá que subo yo.
-No, papá, esto está muy alto y te podés caer. ¿Trajiste la linterna?
-Uy, me la olvidé!
-Entonces no sé qué hacer a oscuras, ya no veo ni los colores, ni los cables.
El padre rezonga susurrando: -Si estuviera su hermano Pedro, él sabría bien lo que le enseñé.
Y le grita de abajo:- ¡Juancito! Vos quisiste estudiar instrumentista en la Facultad, y no sabés ni usar las herramientas.
-Sí papá, pero éstas no tienen nada que ver con las de medicina.
-Si te doy un bisturí, a lo mejor logras algo.
-Sí, sí, hago una incisión en el cable negro, con las tijeras corto lo que está quemado,  tomo con las pinzas el verde y el naranja, los separo con cinta  adhesiva negra, para que no se toquen, después pongo compresas juntándolos dentro del cable…y suturo. Ahora tendría que volver a reaccionar y ver la luz, bueno, tiene haber electricidad.
-Ahora pruebo hijo.
- Mientras, me saco los guantes quirúrgicos, pues esto fue una verdadera operación.
-Ya hay luz, Juan!
-¡Bravo papá, ya bajo y aviso a todos nuestros familiares que todo esta en orden.

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